El 14 de febrero Montevideo Portal publicó una entrevista realizada a Rodrigo Barbano sobre autores.uy, la base de datos de autores uruguayos que impulsa CC Uruguay. A continuación transcribimos la nota, publicada originalmente acá.
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Decenas de autores uruguayos entran en “dominio público” el 1° de enero de cada año, aunque sus obras siguen siendo de difícil acceso. Intentando solucionar ese problema, Creative Commons Uruguay lanzó autores.uy, una plafatorma que permite consultar y leer online las obras “liberadas”.
Seguramente, entre las fiestas tradicionales y el comienzo del verano, pocos tengan en cuenta que los 1° de enero de cada año cientos de obras artísticas o científicas pasan a ser de «dominio público» y comienzan a poder ser reproducidas libremente y utilizadas sin restricciones para generar nuevas obras.
En Uruguay, las obras alcanzan este estado cuando se cumplen cincuenta años de la muerte del autor. Es así que el 1° de enero de 2015, por ejemplo, entraron en dominio pública las obras del escritor Felisberto Hernández y el «varón del tango» Julio Sosa, entre otros.
Para conmemorar el hecho, la filial uruguaya de la organización Creative Commons – dedicada a la defensa de las licencias abiertas – decidió digitalizar todas las obras del autor para colocarlas en Internet y facilitar su acceso. En ese proceso, los responsables del proyecto se encontraron con que encontrar una lista de los autores uruguayos en dominio público resultaba más difícil de lo pensado.
«Decidimos ponernos a trabajar en una base de datos con todos los autores uruguayos que están en dominio público», contó a Montevideo Portal Rodrigo Barbano, integrante de Creative Commons y coordinador del proyecto autores.uy, el sitio web en el que ya se puede consultar la base de datos.
El objetivo obligó a los voluntarios a enfrascarse en un trabajo de consulta a los archivos de la Biblioteca Nacional y del Museo Nacional de Artes Visuales, que aportaron información fundamental para la elaboración del directorio. De todos modos, algunos de los autores incluidos ni siquiera estaban registrados por la principal biblioteca del país.
«Según lo que pudimos investigar estimamos que Uruguay tiene entre 40 y 60 mil autores», calcula Barbano, indicando que a días de haberse lanzado públicamente, autores.uy cuenta con datos de 3400 autores nacionales de los cuales 600 ya están en dominio público. Es que la base de datos abarca también autores que aún están bajo dominio privado, indicando el año en que sus obras comenzarán a poder ser reproducidas con libertad.
El sitio permite filtrar la búsqueda por nombre del autor , año de nacimiento, año de muerte, sexo – una variable que según Barbano da una buena pauta de las desigualdades de género en la creación uruguaya – y disciplina, incluyendo escritura, música, fotografía, artes plásticas, artes escénicas y artes audiovisuales.
Cada autor es descripto a través de una ficha personal en la que constan sus nombres, fecha de nacimiento y muerte, sexo, lugar de nacimiento y disciplina, además de una serie de referencias bibliográficas y enlaces con información sobre su obra.
En pleno proceso de recopilación, admitió Barbano, los voluntarios de Creative Commons empezaron a considerar que «tener sólo información de los autores no era sufiente». Es así que extendieron el trabajo iniciado con Felisberto Hernández y actualmente ya llevan digitalizadas unas 150 obras, disponibles para leer online y descargar.
Según Barbano, el objetivo de autores.uy es dar «mayor visibilidad» a este tipo de obras, que si bien están disponibles en forma libre eran de difícil acceso a los lectores. De hecho, muchas de las obras digitalizadas se subieron por primera vez a Internet, indicó el activista.
El integrante de Creative Commons reconoce que a la base de datos aún le faltan «varios miles de obras». En el intento de completarla, la organización hizo un llamado a voluntarios que, con relativo éxito, logró incrementar el equipo destinado a recolectar la información. De todos modos, y en consonancia con la filosofía de la organización, los datos del sitio web pueden ser descargados, con la idea de que «si un día no estamos, otros puedan continuar el trabajo».